claves para conocerte a través de tu ciclo menstrual
Las 4 fases del ciclo menstrual
El ciclo menstrual es una gran herramienta de auto-conocimiento porque nos influye, aunque no nos determina, a nivel físico, emocional y mental.
Las mujeres somos cíclicas y, en consecuencia, no nos sentimos del mismo modo en cada momento. Si prestamos atención a nuestra evolución, encontraremos multitud de beneficios y oportunidades que aprovechar. Vamos a ver qué ocurre en cada fase.
El ciclo se compone de 4 fases, y no solo del sangrado, como solemos creer. En cada una de esas fases hay una producción de hormonas y neurotransmisores diferente. El ciclo completo dura entre 28 y 29 días de media.
Aunque son muchas las hormonas que contribuyen, las más importantes son la progesterona y el estrógeno; esto hace que en las distintas fases se puedan observar tendencias físicas y emocionales, pero… ¡ojo! Pueden variar entre mujer y mujer.
1. Fase Preovulatoria o folicular
Suben los niveles de estradiol, que es un tipo de estrógeno y el óvulo crece y se desarrolla.
¿Esto en qué se traduce?
En un mayor deseo sexual, bienestar y placer. En esta etapa del mes nos sentimos mejor. También descansamos mejor y la piel y el pelo se ven más saludables. Estamos más energéticas y optimistas. Nos apetece el cambio, lo nuevo, crear…
2. Ovulación
El folículo del óvulo se hincha y se rompe para liberar un ovocito, que puede ser o no fecundado.
¿Esto en qué se traduce?
Tendemos a estar más tranquilas. Aumenta nuestra autoestima y tenemos más ganas de estar con gente. Nos sentimos más guapas y con mayor deseo sexual.
3. Fase Premenstrual o lútea
Si no hay fecundación, el folículo vacío se convierte en el llamado cuerpo lúteo. Empieza a predominar la progesterona.
¿Esto en qué se traduce?
En irritabilidad y conflictos. También podemos conectar más con aquello que necesitamos cambiar en nuestra vida. Nos volvemos más reflexivas, introvertidas e intuitivas.
Expresamos de forma más emotiva cosas que ya nos preocupaban. Nos sintonizamos mejor con nuestro saber interior y con lo que no queremos en nuestra vida. Por último, nos volvemos más dormilonas.
4. Sangrado
El cuerpo lúteo se degrada y el tejido endometrial se expulsa, por eso es que sangramos.
¿Esto en qué se traduce?
No es momento de actuar, esta fase invita al recogimiento y la tristeza. El cuerpo está haciendo un gran esfuerzo metabólico y en consecuencia, necesitamos guardar reposo y estar tranquilas.
Cómo potenciar cada fase en tu propio beneficio
A pesar de que cada mujer y cada cuerpo es un mundo, sí podemos establecer de forma general las siguientes estrategias.
Podemos hacer de la fase preovulatoria un periodo de reflexión y decisión; nuestra ovulación suele ser un buen momento para expresarnos, abrirnos.
Mientras estemos premenstruales podemos aprovechar para conectar con las cosas que no nos gustan y a las que queremos poner límites.
Por último, la fase menstrual es un buen momento para seguir aprendiendo a parar y respetar nuestro ritmo.